viernes, 23 de octubre de 2009

Respuesta de Evelina – Comida Familiar


Estimado doctor, hace ya algún tiempo me describía usted al Estado y su patrimonio como la gran mesa de banquetes donde los funcionarios de turno, y sus familiares, se sientan cómodamente a devorar todo lo que en ella se coloca. Recuerdo que decía también que aquéllos que no estaban sentados simplemente se quejaban y creaban conflictos para que quien se sentara en su cabeza les invitara a tomar asiento y compartiera lo que millones de personas aportaban.

En los últimos días, hemos visto como algunos de esos comensales han empezado a surgir en defensa férrea de su “derecho” no sólo de sentarse en dicha mesa, sino de reservar espacios a sus familiares por el hecho de que fueron de ayuda en lograr la invitación a la comilona.

Lo preocupante no es sólo ver como devoran nuestros recursos despedazando nuestras riquezas y saqueando nuestros bolsillos, que son a fin de cuentas los que pagan las carnes y finos elementos de dicho banquete de funcionarios; sino también, y sobre todo ahora, ver como se pretende satanizar la ley de libre acceso a la información pública sólo porque está cumpliendo la labor para la cual fue aprobada.

Sensacionalistas son los pedimentos a que se decapite uno de los pocos instrumentos jurídicos que aboga por la transparencia, sólo porque no les gusta que el pueblo les vea en el espejo toda esa grasa colgante después de haber comido insaciablemente de nuestro dinero. Prefieren comer en privado, ya no porque les avergüence que les vean comiendo, sino porque entienden que no deben defenderse de las acusaciones de saber de donde han salido esos platos.

La solución, estimado doctor, no es volver a poner las cortinas al salón privado de banquetes, derogando la ley de libre acceso a la información pública. La solución es poner a dieta a todos los comensales armados de espátulas vomitivas, y hacerles entender que las posiciones logradas son para servir y no para servirse. Esa solución se logra con la participación de todos.
Luis Miguel De Camps

3 comentarios:

  1. ASI ES LUIS MIGUEL,EXCENTE RESPUESTA, LO CIERTO ES QUE COMO ELLOS DEVORAN ESE BANQUETE ESTAN DEVORANDO EL PAIS POQUITO A POQUITO.

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  2. Si de veras sientes lo que dices, el pais estara en excelentes manos cuando llegues a tener alguna cuota de poder en el Estado. Pero desde ya pienso que con el solo hecho de pensar y decir lo que dices estamos avanzando, porque eso nos asegura que con vos no se aplica el principio que ha imperado en los quehaceres politicos dominicanos, del borron y cuenta nueva y que no es mas que la manera de encubrirse unos con otros, aunque parezcan adversarios. "hoy por mi y manana por ti"
    No me equivoque cuando vi tu publicidad aspirando a Diputado, un sexto sentido me dijo 'el es diferente y ahi estas, reflexionando sobre que esta mal en las actuaciones de algunos funcionarios, pues eso te compromete a no igualarlos. Exitos.
    Alba Beard

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  3. Más claro no canta un gallo !! Al parecer el nepotismo se ha puesto de moda nuevamente en el sector gubernamental. Lo del banquete es el mejor ejemplo para interpretar este carnaval que estan haciendo los dirigentes de nuestro hermoso país. La verguenza ya ni existe. El descaro es tal, que éstos actos de corrupción y delincuencia, cometidos por nuestras autoridades ejecutivas y legislativas, terminan hasta beneficiando a los mismos en sus postumas consecuentes candidaturas. Es eso lo que mas me averguenza. Hay una manera de que el pueblo exprese su descontento, y lo que hacemos es premiarlos votando por los mismos rufianes. Y la gente conciente lo que hace es abstenerse. Grave error. Lo correcto es exigir más, o bien lo mejor. Escudriñar a este o aquel candidato antes de darles nuestro preciado voto. Conocer sus ideas, sus principios, su conducta hasta el momento, no sus actos vanales. Saber cual es su plan a ejecutar una vez favorecidos. Analizar minuciosamente su propuesta. El deber del pueblo es velar, pero muchos duermen. Poco a poco podemos sacar la mugre de nuestras instituciones, solo es cuestión de disponernos.

    Tus ideales y principios me atraen. Me parecen sinceros De Camps.

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